Rosa Virginia Ñahui Jaila es la trabajadora municipal que salvó del intento de suicidio a un joven de 28 años en el Puente Grau. Rosa tiene tres hijos y una conmovedora historia, que probablemente fue un estímulo para evitar esta tragedia.

Hace diez años trabaja en la Municipalidad de Arequipa, en el departamento de Parques y Jardines. En su recorrido del jueves pasado por el Puente Grau y el Malecón Bolognesi, Cercado de Arequipa, jamás imaginó que se enfrentaría a un momento como este.

“Vi al joven caminando por el puente, y lo primero que pensé fue que estaba mareado. Pero al acercarme me di cuenta de que estaba confundido”, recuerda la servidora edil.

Ante una situación tan extrema, el temor no detuvo a Rosa. “Me temblaban las piernas, pero me acerqué a él, traté de iniciar una conversación. Le dije: Si te tiras, me voy a poner triste, y las personas que te quieren también. ¿Tú quieres que me ponga triste? El joven, aunque parecía sonreír, respondió que no. Y fue entonces cuando llamé a serenazgo. En ese momento, me sentí aliviada”, agregó Rosa.

“Más que las palabras del joven, lo que más me afectó fue su expresión”, comenta Rosa y recuerda que ella conoce el dolor que provoca el deceso de un hijo.

Rosa perdió a su vástago en un trágico accidente de tránsito. Cuando vio desorientado al joven del jueves pasado, le brotó el instinto maternal y pensó en el hijo fallecido hace tres años. “Pensé en un momento que pudo haber sido mi hijo”; reflexiona Rosa, quien sintió que, en ese instante, Dios le estaba dando una segunda oportunidad para salvar a un hijo, de otra forma.

También se dio cuenta lo fácil que es salvar la vida de las personas, con pequeñas actitudes. “El ser humano no está preparado para hacer este servicio, quizás porque no hay circunstancias o se cohíbe”, afirma Rosa con una sabiduría profunda que solo alguien que ha vivido lo que pasó ella puede transmitir.

Rosa Virginia Ñahui Jaila es la trabajadora municipal que salvó del intento de suicidio a un joven de 28 años en el Puente Grau.